lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Tengo la cabeza grande!

No te dejes engañar por el título de este mensaje, porque seguramente no trata lo que tu estas pensando...
Es una gran curiosidad científica, que va a hacer que no nos riamos más de aquellos con una cabeza, un poco más grande.

Se ha demostrado que las cabezas más grandes, protegen del Alzheimer.

Las personas con Alzheimer que tienen una cabeza grande poseen una mejor memoria y más capacidad para pensar que aquellos pacientes con la misma enfermedad y una cabeza más pequeña, incluso si el Alzheimer ha acabado con la misma cantidad de neuronas en ambos casos. Así se ha demostrado en un trabajo realizado por investigadores de la Universidad Técnica de Munich (Alemania) y publicado en la revista Neurology.


Según el autor de este estudio, Robert Perneczky, de la Universidad Técnica de Munich, “estos resultados añaden peso a la teoría de la reserva cerebral, es decir, la capacidad individual de resistir los cambios en el cerebro”. “Nuestros descubrimientos también subrayan la importancia de que el cerebro se desarrolle de forma óptima en las primeras etapas de la vida, hasta que alcanza el 93 por ciento de su tamaño definitivo, a la edad de seis años”, agrega.
Un total de 270 personas con Alzheimer participaron en este estudio, realizando test de memoria y capacidades cognitivas, además de escáners de resonancia magnética funcional (MRI) de sus cerebros para medir la cantidad de neuronas con las que acabó esta enfermedad. El tamaño de la cabeza se determinó al medir su circunferencia.
El trabajo demostró que un mayor tamaño de cabeza estaba asociado con mejores resultados en los test de memoria y reflexión, incluso cuando existe un grado equivalente de muerte celular en el cerebro. En concreto, para cada 1 por ciento de neuronas muertas, un centímetro adicional de cabeza está asociado con un 6 por ciento mejor resultado en los test de memoria.

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